EXPERIENCIA DE VUELO: CÁNDIDO GONZALEZ PEREZ

Ex

Acatic, las sucesiones de acontecimientos nos hacen ver que el tiempo de la obra avanza y que durante la sucesión de acontecimientos los estados de ánimo de los personajes cambian, sin perder la unidad de acción, parten de una situación inicial y llega a una situación final, donde la intriga se crea a través de las relaciones causales entre los acontecimientos. Aunque lo habitual es que se expliciten estas secuencias narrativas, puede ser que alguna de ellas no aparezca. Municipio donde los niños adquieren entre inhibiciones y penumbras: las creencias de una comunidad que asume como perfectamente reales e inmutables: voces que esconden la cultura de la simplificación y exclusión. Cultura que a la hora de estudiar al hombre, lo disecciona y fragmenta en partes, como fragmenta en partes el entorno para su “mejor análisis”. El escenario sobre el cual discurre la acción, es rural, y va mostrando sus constantes a medida que la trama se desenvuelve. La primera referencia espacial , tal, vez con inspiración en algún bet seller de actualidad, como apunta Hugo Medrano, autor del prólogo de esta primera edición, hace referencia a los tiempos primordiales del pueblo, a la precariedad inicial del caserío en que se van instalando unos personajes bien delineados, desde el que salió a recolectar estiércol de vaca, hasta una pandilla de muchachos que se adjudican cualidades milagrosas, y descubrimientos insospechados para la conciencia colectiva y terminan por ser testigos de una colectividad, que evoluciona durante tiempo narrativo, que se circunscribe a la experiencia del tránsito de los personajes, por la adolescencia, papel que la existencia les asigna sin pedir su consentimiento. La vida para ellos no tiene prácticamente sentido y no entrega nada de que asirse. A los jóvenes deben enfrentarse a la lectura de textos que propongan “desafíos” lingüísticos, de modo que la lectura resulte estimulante, como textos que puedan despertar emociones, plantear preguntas, proponer retos intelectuales, aportar nuevos conocimientos y ayudarles a recorrer su itinerario de lectores competentes y literarios. En cualquier caso, es muy importante que las primeras lecturas de la adolescencia no sean superficiales ni demasiado fáciles, porque eso dificultará el paso a otras lecturas, ya no diferenciadas por la edad de sus destinatarios.